A LA AMADA AUSENTE
domingo, 29 de julio de 2012
XXXVI
La llama del sueño azul
se va quedando dormida.
Con precisión el crepúsculo
extiende dilución cromática.
Se desprenden de la roca
las gotas finales del manantial.
Vuelve, otra vez, el acceso,
deliro dísticos elegíacos.
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