lunes, 30 de julio de 2012

LIII

No hay grafías suficientes
para detener mi sangre,
o siquiera recogerla.

No hay grafías porque
el sinsentido del vacío
es carcoma del esfuerzo.

Ya no quiero cosa alguna;
sólo, quizá, deshacerme
del insomnio elongado.

¿A qué balbucir más ayes?
Se me ha consumido la resistencia.
Mi credo nuevo es el silencio.

Está rota la cuerda de éste títere.
La función ha concluído. Telón.