martes, 24 de julio de 2012

O

Pienso en ella. Nada profundo, nada poético. Sólo un aroma, unos ojos. Nada extraordinario, sólo lo que llena cada día: carne y queso; vino, maíz y trigo; meriendas de media noche. Lloviznas sobre calles nocturnas y vacías. Besos furtivos. Mañana hay que trabajar.
Tiempos felices.