lunes, 30 de julio de 2012

XLIII

(Escena)


     HOMBRE: -...eh... eh... no, no estoy lo suficientemente borracho. Sí, sostengo lo que dije. Eres muy mi mujer y te respeto como a una diosa, tú lo sabes, ¿no es cierto? Ahí tienes. Acepto que quizá no debí hablar. Tuve confianza y te lo dije. Fue de lealtad absoluta mi respuesta. Todo franco. Pensé, idiota de mí, que tu pregunta era honrada. No lo fue. Caí en la trampa. Desciendo con honor al inframundo: sosteniendo lo que dije.
¡Calatrava nos tomó el pelo! Nos entrega obras que no son sino embriones de obra. Sus creaciones son los borradores, bocetos al carboncillo, de cualesquier otro artista, en cualesquier obra. Nos vende las varillas por el castillo. Nos dio el esqueleto y se quedó con la carne.

     IRLANDÉS: -Baja la voz, mate. Anda, bebe otro whisky, mate, pero no hables más. Ella se fue, punto. No asustes clientela.