Soy el último de los míos.
Tengo en mí la profecía.
No he dejado de amar
al zoo humano.
Llevo en mi ser encadenado
oráculos adversos:
"Audacia mortífera
les será asechanza nocturna,
serán heridos
por manos femeniles.
La esposa hará del esposo
vaina para la daga,
desentrañándole el aliento".